Yo nunca entendí la psoriasis como una enfermedad.
Era pequeña y visitamos muchas consultas médicas. Costó llegar a un diagnostico, y una vez puesto nombre parece que todos nos quedamos más tranquilos. Y digo parece, porque yo no me enteraba mucho.
Recuerdo las heridas, el picor, las piernas llenas de ronchones, pero no recuerdo pasar vergüenza o cambiar mi forma de vestir. Era un incordio, éso sí. Con la crema mejoró la cosa, y supongo que la zona en la que yo la tenía era tan discreta que éso ayudó a no tener que dar explicaciones a nadie.
Y fueron cremas, y cremas, y cremas. Una funcionaba y de repente dejaba de hacerlo, había que probar otra nueva. Cuando yo estaba nerviosa por los exámenes, o cualquier otra cosa empeoraba ¡Así estaba la cosa!
Y llegó un momento en el que desapareció, sin darme cuenta, sin echarle de menos. No recuerdo cuando fue el último brote, la verdad.
Me uno a éste Carnaval de post: #AclaraLaPsoriasis para animar a todos los que la sufren a seguir luchando. En cada persona la psoriasis tiene su propia intensidad y sé que será más o menos difícil, pero la vida tiene muchas cosas bonitas que esperan que las disfrutemos en vez de rendirnos y dejarlo todo. Es posible estar sin lesiones un largo tiempo, es posible olvidarla.
Nunca lo habría imaginado!!! Me alegro mucho de que se haya solucionado 🙂
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Gracias 😊
Es algo que no se cuenta, pero tampoco me ha limitado en nada. Yo me puse mis pantalones cortos 😉
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